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Prof. Dr. Andres Eduardo Saldarriaga

Datos personales:

Nombre: Andrés Eduardo

Apellidos: Saldarriaga Madrigal

Fecha y lugar de nacimiento: noviembre 27 de 1975, Medellín (Colombia)

Formación académica:

Filósofo de la Universidad de Antioquia

Tesis de pregrado: La idea del republicanismo en Immanuel Kant (2003)

Estudios de Ciencias Políticas en la Ruprecht-Karls-Universität-Heidelberg (Alemania / 2001-2005)

Doctor en Filosofía por la Christian-Albrechts-Universität zu Kiel (Alemania / 2005-2008)

Tesis doctoral: Person und Gerechtigkeit. Der systematische Zussamenhang von Personenkonzeption und Gerechtigkeitsphilosophie (Peter Lang Verlag, Frankfurt am Main, 2009)

Experiencia laboral:

Docente vinculado al Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia desde 2005 (Concurso Público de Méritos 200 Años), reintegrado desde enero de 2009.

Coordinador de Posgrados del Instituto de Filosofía de la UdeA desde 2009.

Temas de interes:

Filosofía política, filosofía moral, antropología filosófica, Immanuel Kant

 

Proyecto de investigación:

 La evolución de la doctrina kantiana de la felicidad ―elementos para un hedonismo crítico―

En la investigación se presentarán tres estadios diferenciables del concepto de felicidad en la filosofía moral kantiana. Reconstruir la evolución del concepto en cuestión permitirá vislumbrar de manera más clara el modo en que se relaciona éste con el concepto que tradicionalmente se ha erigido como su correlato: el concepto de virtud. Esta investigación consiste en una variación libre de un tema kantiano: se pretende presentar desde otro ángulo la relación entre felicidad y virtud en la filosofía moral kantiana. Dicho intento puede entenderse como un empeño filológico limitado a la justa interpretación del autor en cuestión, pero también ―y esta sería la verdadera intención del investigador― como lectura no meramente kantiana de un motivo esencialmente kantiano.

El primer concepto de felicidad que se abordará se encuentra en la Fundamentación de la metafísica de las costumbres, donde Kant presenta un concepto de felicidad que se puede calificar de elemental, pues allí ésta es concebida como satisfacción de inclinaciones: “todos los hombres tienen ya de suyo la más poderosa y ardiente inclinación a la felicidad, porque justo en esta idea se reúnen en una suma todas las inclinaciones (Neigungen).” (FMC, primera sección)

El segundo concepto de felicidad se halla en la Crítica de la razón práctica, y se trata de una concepción totalizante de la felicidad, pues ahora se define como “el estado de un ser racional en el mundo, al cual, en el conjunto de su existencia, le va todo según su deseo y voluntad” (CRPr, Dialéctica de la razón pura práctica, segundo capítulo).

Finalmente, se llega una noción inmanente de felicidad, en la cual se unen los denominados bien supremo físico y bien supremo moral ―mediante el concepto de humanidad: estos dos elementos, “unidos entre sí, pueden proporcionar el goce de una felicidad pulida (gesitteten Glückseligkeit).” (Antropología, Del sumo bien físico y moral). Esto sucede en obras tardías tales como la Antropología en sentido pragmático y la Doctrina de la virtud.

 Con todo, en Kant el tratamiento moral del problema de la felicidad no impide que salgan también a la luz, si bien de manera tangencial, sus implicaciones políticas y jurídicas. Por ello, la investigación tendrá que culminar no en el tercer modo de la felicidad, sino con la exposición de la idea kantiana de la doctrina de la felicidad como elemento constitutivo de un proyecto más amplio: el proyecto jurídico-político que aparece en Hacia la paz perpetua y en la Doctrina del derecho ―un gesto radicalmente moderno, mediante el cual Kant extrae el problema de la felicidad del ámbito meramente moral, o incluso religioso, para situarlo en una esfera constituida por circunstancias secularizadas bien definidas y concretas, como lo son el sistema del derecho y la forma política denominada republicanismo.

Con el recorrido propuesto se pretende en primer lugar mostrar que hay una doctrina de la felicidad en Kant, y que está construida sobre una reinterpretación del concepto que tiene lugar en el tránsito de las obras de fundamentación a las obras de aplicación ―en las primeras Kant establece los principios para la acción; en las segundas, la manera en que cobran realidad dichos principios. En segundo lugar, y como consecuencia de lo anterior, se quiere sacar a la luz la compleja estructura del concepto de felicidad en la ética crítica ―un concepto que usualmente es leído por los intérpretes de manera unilateral―, y mostrar al mismo tiempo la correlación entre los conceptos de felicidad y de virtud, así como su necesaria articulación para la construcción de un modelo coherente de subjetividad práctica ―algo que si bien está presente en Kant, no fue desarrollado en la dirección aquí planteada por motivos sistemáticos del propio Kant